Descripción enviada por el equipo del proyecto. Se trata de un proyecto de renovación de una vivienda unifamiliar, utilizando un típico edificio de apartamentos de dos pisos, con ocho unidades de alquiler, en una pequeña zona suburbana de Tokio, Japón. Más de la mitad de las unidades de apartamentos de madera estaban vacías, por lo que el propietario decidió demolerlos y construir una nueva vivienda unifamiliar (para los padres y dos niñas). Sin embargo, en vez de demolerlo, me propuse renovar el edificio existente y convertirlo en una casa para una sola familia, ya que con su presupuesto ellos no podían alcanzar la mitad de la superficie del edificio existente en una nueva construcción, lo cual no los beneficiaba.
La despoblación en Japón comenzó hace 10 años, y junto a ello, el número de hogares se redujo. Yo diría que, teóricamente, las personas pueden tener más espacio en sus residencias. La época en que los japoneses vivían en casas pequeñas cambió. Creo que la idea de vivir en un espacio limitado para muchas personas cambió, hoy se unen los espacios existentes divididos para que ahí vivan menos personas. Sin embargo, los clientes aún tienen a dividir una casa en varias habitaciones. Me imagino que la imagen de una nueva casa está bien equilibrada entre la división y la unión del espacio interior. El acto de dividir coexiste con el acto de unir. El resultado es un espacio interior dinámico y complejo, que proporciona la experiencia de ser todos los espacios sin perder el sentido de retirarse en un espacio único. En este proyecto, con el título de 'Departamento-Casa', mi ambición es crear una alta densidad y riqueza en la diversidad de escenarios en esta pequeña arquitectura.
Comencé con la creación de un agujero que conecte las ocho habitaciones al interior del apartamento. El edificio actual tiene una rejilla 3D rígida, que consiste en los muros y pisos, que sistemáticamente dividen el espacio interior en ocho. A partir de este sistema de red, corté formas 2D (triángulos o cuadriláteros, no pentágonos). Por ejemplo, una forma de triángulo se forma a partir del cruce de la red entre el primer y el segundo piso, y se coloca más allá del plano de coordenadas X e Y. Cada una de estas ocho habitaciones forma parte de esta red de 3D, pero no para las formas en 2D. Utilicé diferentes colores vivos como el "teorema de cuatro colores" para enfatizar la presencia de cada forma en 2D que no sigue la red. Ahora que nos encontramos en el interior, podemos encontrar dos tipos diferentes de profundidad (vista en perspectiva) en un mismo espacio.
El resultado de este proceso mostró distintas profundidades del espacio, que me recuerdan a una imagen cubista, con su distorsión de la perspectiva en 2D y 3D. Podemos ver una escena en el que los triángulos y cuadriláteros se unen, se superponen y se cruzan entre sí, creando una diversidad de espacios en un solo lugar.
La arquitectura no puede salir de un sistema de red en 3D, y las pinturas no pueden escapar de las dos dimensiones. En la historia del arte, los cubistas encontraron una profundidad emergente en el espacio de sus pinturas en 2D. De la misma forma, ¿la arquitectura podría descubrir una profundidad emergente en el espacio 3D?